viernes, 15 de enero de 2010

Mensajes desde el más allá

Mientras estoy sentada aquí en la oscuridad absoluta, después de un apagón que está por entrar en su hora 5, voy viendo cada vez más lejana la posibilidad de publicar en jueves el iem de esta semana.

Esto me hace pensar en todas las formas en las que nos las tenemos que arreglar para sacar adelante trabajos cuando todo parece estar en nuestra contra. Mi experiencia más reciente con estos percances fue durante mi reciente viaje a Australia. Cuando estaba empezando mi viaje me escribieron de una editorial para pedirme unas ilustraciones, eran sólo 8 así que no me pareció muy complicado el entregarlas. Mi primera sorpresa al llegar a casa de mi amiga fue que no contaba con un escáner y no había manera de conseguir alguno. Decidí no darme por vencida y sacar adelante el trabajo con mi cámara.

¿Saben lo difícil que es tomarle una foto a un dibujo entintado y que sirva para colorearse digitalmente? Ya se ya se, su respuesta seguramente será, por qué no hiciste los trabajos 100% digitales. Aquí fue cuando me encontré con mi segundo percance; en el muy pequeño departamento donde me estaba quedando la gente se iba a dormir a las 10pm y en el lugar donde podía sentarme a trabajar la gente se molestaba por mis ruidos y al segundo día de mi estancia ya me habían apodado “el ratoncito” por estar haciendo ruiditos en la oscuridad. El problema era el mismo muy temprano en la mañana, con la diferencia de que en cuando todo mundo estaba despierto tenía que luchar contra los que me pedían que quitara las cosas de la mesa y los que se la pasaban viendo mi pantalla como si fuera un truco de circo el tratar de entregar este trabajo a tiempo.

Para el tercer día en esta chamba, ya estaba segura de que no iba a entregar a tiempo. Este sentimiento se agravó cuando me encontré con mi tercer problema, la conexión a internet era lenta como de dial up del 95.

¿Ya los he mareado suficiente con mis percances? Ahora déjenme contarles algo, y mis colegas no me dejarán mentir. Esto no es nada, como ilustradores muchas veces parecemos salmones nadando en contra de la corriente, pero contra todo pronóstico siempre alcanzamos las metas. En mi caso requirió un día de quedarme en casa cuando no estaban los demás y una noche en vela sin darle importancia a que estuviera incomodando a alguno de los invitados.

Como ilustrador siempre tienes que estar preparado a superar que se te vaya la luz, se queme el disco duro de tu computadora, pierdas un archivo que no habías guardado, que se derrame el tintero sobre tu acuarela más perfecta, etc. Si estas pasando uno de esos momentos de crisis deja un mensaje aquí quejarte a gusto de todo lo que quieras. Si has sobrevivido a una de estas jugarretas del destino, cuéntale a los demás lectores como tú si eres un ilustrador de los que entrega el trabajo llueva, truene o relampagueé. Para motivar la participación esta semana, las mejores historias obtendrán su propio post promocionando su trabajo dentro de este blog.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como yo ando como nomada con mi macbook utilizo mi camara fotografica en lugarde escanner... lo que hago es poner flash forzado y el modo de acercamiento de primer plano (el icono de la florecita), le tomo la foto, la abro en photoshop, le corrijo un poco los nivelespa que se contraste sin que se muerda el trazo, luego le doy u image size de 600 dpi y la paso al modo bitmap, se limpia solita! y regreso a grayscale y de ahi a rgb segun sea el caso.

Unknown dijo...

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http://www.ted.com/talks/lang/spa/chimamanda_adichie_the_danger_of_a_single_story.html
SALUDOS!